Hablar de gestión financiera es referirse a las acciones que llevarán a tomar buenas decisiones de financiación e inversión, y en este proceso, crear valor para la empresa, es decir que esta tenga un mayor valor. Por supuesto que la gestión financiera también pasa por gestionar la liquidez, la solvencia de la compañía, el impacto de los mercados financieros, etc. Cada uno de estos temas podrían dar luces de qué tan bien se está gestionando financieramente la empresa, pero sólo si se las mira en conjunto, por ello, la creación de valor (que implica las decisiones de inversión y financiación, sean decisiones de corto o largo plazo), es el mejor indicador de la buena gestión financiera.
Resulta obvio pensar que para comprar un pan, equipo celular, una computadora o cualquier cosa necesitamos conocer su valor, ya que si no conocieras este valor podrías comprarlo o venderlo a un precio descabellado. Para el caso de una empresa ocurre igual, sin embargo, no solamente debes conocer su valor cuando quieras adquirir una empresa o vender la tuya propia, sino también como un indicador de la buena o mala gestión financiera de tu negocio. Otro motivo por el cual es importante conocer el valor de una empresa es en el caso de repartición de herencias. Al igual que ocurre con un terreno o una propiedad en la cual hay que tasar la propiedad para hacer una repartición entre los herederos, valorizar una empresa es el punto de partida en cualquier proceso de negociación.
¿Son las únicas razones para valorar una empresa? No. La valorización también es importante cuándo usted desea pedir un préstamo u otorgarlo, si quieres realizar una alianza con otra empresa, para otorgar garantías, para sacarla a la bolsa o si simplemente vas a comprar o vender una parte de una empresa.
En algunos modelos de remuneración a colaboradores claves, la valorización sirve para determinar el salario/bono qué le corresponde al colaborador que se le mide en función del valor que crea a la compañía.
Otra razón importante y que muchas MYPES descuidan, es que, el conocer el valor de tu empresa periódicamente, te ayudará a medir el nivel de impacto de tus planes estratégicos y políticas empresariales, en la creación de valor.
Existen varios métodos de valoración de empresas, cada una de las cuáles tiene sus ventajas y desventajas. En este punto hay que resaltar que cada método dará como resultado un valor distinto. Va depender del criterio del evaluador y de la finalidad de la valoración para determinar el método adecuado a utilizar.
En el siguiente cuadro se resumen los métodos de valoración de empresas.
Dado que este artículo tiene por finalidad responder a la pregunta si se está realizando una buena gestión financiera, hablaremos solamente de 3 métodos de valoración (los resaltados), y en reemplazo, analizaremos las consecuencias de uno u otro método respecto al valor de la compañía.
El flujo de fondos para las acciones se calcula restando al flujo de fondos libre, los pagos de principal e intereses (después de impuestos) que se realizan en cada periodo a los poseedores de la deuda, y sumando las aportaciones de nueva deuda.
Los pasos para valorizar por este método son los siguientes:
Estos dos últimos métodos mencionados, son los métodos por excelencia para valorizar una empresa ya que constituye el único método de valoración conceptualmente correcto: el valor de las acciones de una empresa -suponiendo su continuidad- proviene de la capacidad de la misma para generar dinero (flujos) para los propietarios de las acciones.
Si bien en este artículo, no estamos detallando la parte técnica para valorar una empresa (si deseas saber más al respecto dale clic aquí) queremos dejar algunos consejos prácticos para que las MYPES puedan comenzar a gestionar mejor las finanzas de su empresa.